Estaba acostado en mi cama, era de noche, ya tarde, a eso de las tres de la mañana. Me vinieron unas repentinas ganas de fumar, tomé mi reproductor mp3 y mis audífonos, abrí el cajón de los calcetines, donde estaban escondidos al fondo de éste el encendedor y la cajetilla de 20's, de la cual quedaban sólo unos siete. Salí de mi pieza, rogando para que los perros no ladraran, abrí lentamente la puerta que da al patio para luego saltarme la reja.

Libertad.

Terrible es sufrir de insomnio, mirando al pasado, cualquier niño de quince años se le zafarían un par de tornillos durmiendo solo 5 horas cada dos días.

Comencé a caminar, sin rumbo, como siempre. Hacía frío, era invierno. Caminé en línea recta en dirección a lo que era mi colegio en ese entonces. Prendí un basurero, tenía delirios piromaniácos. Usé la llama tóxica de la basura como lumbre para ese cigarro que tenía en mi oreja, si me voy a morir que sea de manera chistosa, pensé. De la nada comenzaron a brotar lágrimas, no entendía por qué, era raro llorar en ese entonces, tenía problemas para manifestar mis sentimientos, rozando la apatía total. Tenía la mente en blanco, mi psicóloga me había enseñado a hacerlo, me tomó mucho tiempo lograr ese estado mental, era casi como meditar, pero de manera automática y podía hacerlo en cualquier parte, era útil, ya que al ser ansioso solía tener bombardeos severos de pensamientos, sumándole a eso las alucinaciones visuales y auditivas la vida cotidiana se volvía un infierno en mi día a día.
Tenía la mente en blanco, me brotaban las lágrimas, no pude evitar arrugar cada músculo de mi cara y romí en llanto. Un llanto silencioso, no quería que nadie me encontrara, no quería que nadie despertara y escuchara a un patético muchacho llorando a mitad de la calle, simplemente lloraba para mí, el cigarro se consumía poco a poco, el humo llegaba a mis ojos, empeorando la situación.
¿Habrán pasado cinco minutos? Al menos pasó una canción y media. Me sequé los ojos y limpié mi nariz con la manga del polerón que traía puesto. Suspiré, un suspiro largo, eterno, se me humedecieron los ojos de nuevo. Todo ya había terminado.

Era martes, lo recuerdo perfectamente porque en el fin de semana pasado la había acompañado a el mall a cambiar algo según ella. Entramos a la tienda y ella hizo lo suyo. Seguimos caminando, hablando de nosotros y de como nos trató el pasado, como estamos en este presente y de lo que nos esperaría para el futuro, discutimos, y nos fuimos separados a nuestras casas.
- Llegaste bien? - le envié un mensaje, porque a pesar de todo la quería mucho y me preocupaba por ella.
- Sí, perdón - me respondió ella
- Nos vemos el Lunes

Lunes, 7:58 AM, estaba entrando a la sala, y lo veo ahí, un skate, con un globo y una bolsa con diseño de corazón. Sobre la mesa, esperándome, mofándose. No era para mí, era para su pareja ¿cumple mes creo? No sé, y no me importó, el receptor no era yo, cuchillos que se clavaban en mi corazón, mil puñaladas, un viento frío me recorrió por todo el cuerpo. No reaccioné y me dirigí a mi puesto. ¿Cambiar qué? ¿Me pediste acompañarte a cambiar los truck del skate para tu pareja? Despreciable, ya no te quería volver a ver, y nunca más lo hice.

Y ahí estaba yo, un martes a las 3:39 AM, llorando en plena vía pública, despidiéndome de ti, y de todo lo que vivimos juntos.

Eso sí, te recuerdo con cariño, que lo sepas.

Tan cerca y tan lejos
delgado el hilo que sostiene
la vida errante de estos muchachos.

Negro por el Sol
aturdido
no queda nada ya en el bolsillo.

¿Lo estás intentando realmente?
Incesante y molestoso
por favor déjame tranquilo que necesito dormir.

Pies hinchados
ante brazo compungido
mente deshecha de tanto pensar.

Papeles vuelan vistosos por el viento
van y vienen en un vaivén inverosímil
volátiles las velas velando por vos.

Avísame cuando llegues
o no lo hagas
las malas noticias son las primeras en llegar.

Manos sangrantes, manchadas de manchas
manos cansadas, sucias
olor a sudor y polvo
humedad y cuerpo.

Higiene, nula
tengo resaca desde el viernes
del noventa y ocho.

Tengo miedo del futuro
qué vida más inestable
me quiero desaparecer
pero no puedo dejarte atrás.

Todos somos víctimas
todos somos victimarios
no existe ni el blanco ni el negro
solo una gran escala de grises.

Estoy cansado, tengo sueño
me relajo en los brazos de Dioniso
Morfeo es primo de Tánatos
duermo.

Pablo pide pasta, pensando porquerías, pudiendo pasar por puentes paralelos.

¿Por qué soy yo siempre el que tiene que ceder?
¿Por qué siempre me tienen que pasar a llevar?
Estoy cansado, de guardarme las cosas, de llorar solo, de sentirme impotente, de sentirme inútil, de sentirme abandonado, de aislarme solo, de herirme a mí mismo, de darle demasiadas vueltas a las cosas, de no saber donde empezar, de no poder decidir, de estar estático, de no entender, de no entenderme, de fallar en todo, de dormir mal, de no dormir, de los bajones y de la euforia.

Estoy mal, pero extrañamente estoy bien.

Borracho, muy borracho, y con los efectos de un pipazo de krippy que me pegué. Estoy perdido, sé que tomé el metro en Santa Ana después de presenciar una pelea callejera. De repente aparecí caminando, solo, por la Ciudad del Sol. No sé por qué, pero decidí saltarme una reja y entré a un colegio que estaba por ahí. Parecía un castillo, de noche, me sentí como un caballero en el medioevo asaltando un castillo enemigo. Me di un par de vueltas, y de repente aparecí en mi casa.

¿Fue un sueño o fue real?

Extraño los cariños de fin de semana.

Ya va una semana desde que cumplí 20 años y me siento fatal.
Literalmente fatal.

Llevo más o menos unos seis meses esperando que me den antidepresivos ¿es que a caso están esperando que me de una crisis para tomar cartas en el asunto? Comprendo que sea un caso difícil de tratar, comprendo que mi historial psiquiátrico se haya perdido por negligencia del hospital, comprendo el sistema burocrático al cual está atado el sistema público, ¿pero no creen que están exagerando? Siendo bien sinceros, estoy a punto de volver a cortarme.
Estoy cansado, triste y sin ganas de vivir.

Vidas van y vienen
vías vacías, vagos ven sin virar
vicios volátiles van a volcarte
¿vas a vaciar tus vulgaridades en vuestro vástago?
ve a volar tus vísceras con vodka y vino
tus vellosidades vivas con venéreas me vuelven vesánico
vete de mi vista, no vuelvas vil viejo

Mal amigo
mal amante
egoísta
desesperante.

Poco es el amor propio
defecto mío
pero algo debo de admitir
que ya nada me importa.

Solo, desesperado
aislado, desganado
cuando te fuiste, me dijiste
se feliz
pero a pesar de que ya no te extraño
no sé como serlo, nunca me enseñaron.

Tengo pena, quiero llorar pero no puedo. Quiero sentirme querido. Estoy cansado.

Sigo pensando en el suicidio a menudo, las decepciones amorosas me atormentan de noche.

No voy a dejar este mundo hasta que mi gata lo deje primero.

Si muero en el frío mi cuerpo gélido yacerá
momificado en el suelo hasta
que alguien se digne a encontrarlo.
Triste destino de aquél muchacho sin
honores, despojado de todo, dignidad inexistente.

Apego terrenal
desinterés espiritual
fuerzas opuestas que se contraponen.

Fútil es el intento
un capricho, nada más
es falso el afecto
es tiempo de volver, ir atrás
deja ya tus lamentos
si sigues, lo lamentarás
tus fuerzas no tienen efecto
lo sabías, claro está.

Los minutos pasan inertes
ruidos sordos suenan fuertes
zumbidos en tus huesos
ya no puedes tu propio peso.

Se te hunde el pecho, inseguridad
¿será lo correcto mi actuar?
confundido el sujeto
no puedo ya yo parar.

Me siento extraño
es imposible negarlo
aplicar frío el paño
debería ya pensarlo.

Solo en mi cuarto
pudriéndome
anhelando
¿realmente quiero un cambio?

Un dulce sabor en la boca
que deja gusto amargo
no tengo intenciones de nada
más que sumirme en mi letargo.

¿Será hora ya?
las palabras son solo palabras.

Es extraño, de un día para otro las cosas cambiaron bastante.

Me miro al espejo y río
me río de mi mismo
de lo patético que soy
¿de qué te estás quejando?
Solo has cosechado lo que tú mismo sembraste
en lugar de seguir llorando, comienza a actuar para no perder el tiempo.

Cada día me llama más la atención colgarme del camarote con mis sábanas.

¿Es posible extrañar tanto a una persona?
Tortura divina
ser miserable toda una vida
buscar la desgracia
ser feliz unos meses
para luego arrebatarte todo
y volver a ser miserable.

Bueno, y si me suicidase, ¿quien lloraría realmente por mi? Al fin y al cabo, solo soy un alma más de los miles de millones en la historia de la humanidad.

Calurosa tarde, estoy cansado y tengo sueño

letargo

onirismo.

Estoy vivo

cotidiano

no sé por qué, pero soy muy feliz.

Despierto

todo era mentira

lloro.

La verdad es que sigo picao, tengo rabia y estoy enojao.

Enero es un mal mes.