martes, 3 de marzo de 2015

Del insomnio, el amor, drogas y la locura

Tenía 12 años, y ya me quería separar de mi grupo de ultra violencia, ya iba a empezar mi último año de básica y sentía que debía alejarme de todo eso, peleas entre amigos, personas que no conoces. Defender territorios, sangre, saliva, balas... no podía más. Decidí alejarme. Larga historia.

Llegó el año, y conocí a la muchacha más hermosa que había visto hasta entonces, era perfecta en todo sentido, me había enamorado perdidamente, no podía dormir en las noches. Pensaba día y noche en ella. Pero, ¿cómo acercarme? Da igual, ella dio el primer paso.

- ¿Qué música escuchai?
- Ehhm - me puse muy nervioso y rojo - screamo, emo, post hardcore, cosas así...

Y así comenzó todo, infidelidades, sexo, pasión, y amor, mucho amor (por lo menos de mi parte), fueron casi dos años, en un momento ya había aceptado que nunca había sido mía y que nunca lo será... entonces la conocí a ella. La que lo cambió todo. La sinfonía más hermosa que he visto en mi vida.

Mi insomnio empeoró, y las voces comenzaron a volverse más recurrentes. Comencé a desarrollar las personalidades múltiples, me obligaban a hacer de todo, cosas que no quería. Impulsividad.

Fiestas, tocatas, y a veces me perdía solo. Me comencé a hundir en mi mierda, las voces se apoderaban de mí cada vez más. Pero me gustaba eso, ser sólo el espectador de mi vida, no interactuar con ella. Promanigo estaba decidido en hacer que ella fuese mía. Pero no, nunca lo fue.
Está de más decir que ya estaba acostumbrado a ser el otro por lo que no me fue difícil aceptar ese rol. Dios, la amaba mucho. Ni yo supe cuánto la amé. Estaba loco por ella. Los tres estábamos locos por ella. Obsesionados. Quizá esa es la palabra. No sé...

Pero bueno, las cosas no se dieron. Fui feliz sólo cuándo el momento se presentaba. Me hubiese gustado haber sido el único. Quizá si hubiese actuado distinto, las cosas hubiesen cambiado. No sé, dicen que no hay que arrepentirse de tus actos, pues te van a atormentar por el resto de tu vida.

Las medicaciones fuertes comenzaron y todo comenzó a disiparse, excepto algo, mi pasión, mi amor, mi obsesión por ella. Dios...

Pero no, en ningún momento pasó nada. Pero a la vez pasaron muchas cosas, y estoy agradecido por eso, puedo decir que cambiaste mi vida.

¿Ahora, qué hago? ¿Qué sigue? No me puedo imaginar sin ti. Dejé atrás a muchas personas por ti, y quizá ese fue mi error...

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