domingo, 15 de septiembre de 2019

Un suave olor a semen y suciedad
carne podrida asándose al carbón lento
encerrado entre un suelo, un cielo
cuatro paredes, una ventana y una puerta.

La luz ilumina mi cuarto, me duele en los ojos
el humo abofetea mi cara
confundido, comienzo a llorar.

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