Sentado
por horas
frente a una pantalla brillante.
No me aburre
no me entretiene
sólo, me mantiene ocupado.
Noches de insomnio
que duran hasta las seis treinta y cuatro.
Se repite, se repite, se repite.
Es el miedo a dormir, de soñar
¿Qué me espera cuando acomode la cabeza en la almohada?
Bizarro, todo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario