domingo, 28 de diciembre de 2014

Sentado
por horas
frente a una pantalla brillante.

No me aburre
no me entretiene
sólo, me mantiene ocupado.

Noches de insomnio
que duran hasta las seis treinta y cuatro.

Se repite, se repite, se repite.
Es el miedo a dormir, de soñar
¿Qué me espera cuando acomode la cabeza en la almohada?

Bizarro, todo.

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